Corazón bandido ...

Corazón bandido
el tuyo...
en el amor, dividido;
que has dejado
atrapado sin remedio,
a este corazón...
mendigo.

Corazón furtivo...
el mío...
ingenuo para el amor,
valiente en el desafío.
No se deja intimidar,
si bien las lágrimas son...
¡su castigo!

Un duelo de corazones,
requiere siempre un motivo.
Una afrenta...
Un desengaño...
el recupero del honor
perdido,
o el quiebre de una ilusión...

que nos ha dejado el corazón...
partido!
Fieles han de ser los testigos
que darán cuenta
en el campo santo, si fue
honesta o no, la resolución
del desafío.

La elección de armas
que han de llevar a cabo
su cometido,
no es tarea menor,
sino parte de la estrategia
con la cual
los enfrentados piensan salvar
sus destinos.

Venganza; indiferencia; escopeta;
arco, honda o cuchillo.
Cualesquiera de estos medios sea,
han de servir a su hora...
para jalar el gatillo.
Pero ninguno de ellos será
más efectivo...

Que el desangrado del corazón,
luchando por liberar su martirio.
Que si la suerte parece
en uno sólo, haber recaído.
Ficción óptica sólo es.
Pués ambos han jugado al amor...
y los dos, ¡han perdido!

Corazón bandido el tuyo!
Corazón mendigo el mío!
Un duelo de pasiones
a cielo abierto y con testigos.
No quieran saber ustedes,
¡lo trágico de su signo!
Ambos corazones heridos...

¡siguen latiendo aún!..
Cada cual, por su camino.

Kris